La música nos cautiva, nos hace volar, nos enamora, nos hace transitar por emociones e incluso nos ayuda a sostenerlas y sentirlas profundamente. Nuestro niño interior demanda la música constantemente para sanar y recuperar nuestra esencia vital. Con la música podemos aprender a salir de emociones que se nos quedan "enganchadas como el velcro" y no se sueltan. Podemos pasar de la Tristeza a la Ternura con la música si así lo deseamos pasando por la Fuerza. Solo tenemos que ser conscientes de que somos nosotros los que tenemos la manera de entrar y salir de ellas, sintiéndolas y escuchándolas...para luego dar paso a la siguiente.

El reto con está música es abrir una pequeña reflexión y si deseáis, compartirlo con nosotros....por favor.
Cerrad los ojos por favor y poneros la música...escuchad vuestro cuerpo a la vez que la música que os propongo y la pregunta es:
¿Qué emoción o emociones podéis transitar con este temazo de John Williams?
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