Acaríciame....
Gracias por sentarte conmigo y ayudarme a analizar mis
problemas y mis inquietudes, me ayuda mucho a comprender y comprenderme...
Eres un ser inteligente y por ello amoroso porque no
existe amor sin razón y razón sin corazón....
Contigo es tan fácil comunicarse, siempre encuentro en
ti a una persona que escucha....
Me encanta venir a tu casa porque me haces sentir bien
y cuidas todos los detalles para que así sea....
Tu mirada es tan azul que puedo ver un mar en calma
reflejo de tu corazón...
La compasión que transmites en tu relación con las
personas que sufren muestra el lado tierno y humano de tu carácter....
Todas estas caricias forman
parte de la relación interpersonal que todos los humanos practicamos día a día,
desde que eres bebé buscas el contacto con los padres que son su única vía de
comunicación que tienes a esa edad y así vamos creciendo y haciendo que ese
contacto, bien físico y/o verbal, sea el medio de transmisión de nuestras
emociones y sensaciones a lo largo de nuestra vida.
Los seres humanos recibimos
caricias positivas y negativas como medio de comunicación y relación
entre nosotros, son manifestaciones de contacto que sin ellas nos sería difícil
vivir.
Un estudio realizado con
orfanatos en Londres en la época industrial demostró que los niños que vivían
allí y eran alimentados correctamente, en un ambiente pulcro y templado morían
en mayor número que los bebés que vivían en los suburbios con signos claros de
malnutrición y poca higiene porque estos últimos eran suficientemente
acariciados y se les hablaba amorosamente.
Nosotros los adultos seguimos
funcionando de la misma manera, necesitamos ese contacto para vivir esa
sensación de confort que tenemos cuando nos tocan, nos dicen algo agradable y
tierno.
Todos los ejemplos de
caricias que están al comienzo del texto serían a nuestra emoción tristeza y son especialmente potentes para todas las
personas que tienen esta emoción poco presente en su vida o no la conocen como
tal.
Este tipo de caricias se
pueden hacer igual para el resto de emociones como son miedo, rabia, orgullo, amor
y alegría, que nos ayudarán a estimular y potenciar nuestra estructura
emocional completa.
Esta forma de
interrelacionarnos tiene una potencia extraordinaria. Cuando recibes caricias y
no patadas, Cuando como ser humano tienes el derecho,desde el momento que
naces, de pedirlas. Cuando puedes y debes aceptar las buenas caricias y rechazar las patadas a tu
ser y a tu alma y cuando también puedes y debes dar tú caricias y darte caricias a tí mismo. La práctica nos permite enseñar al cuerpo unos registros corporales o patrones de conducta que hará que entre y salga de las emociones de forma habitual como recuerdo de lo aprendido.
Es un ejercicio que
deberíamos practicar a menudo frente a un espejo ya que muchas veces se nos
olvida que "todo está en ti" y es una forma auténtica de ser generoso
y amar, a ti y a los demás.
Prueba y verás como
fortaleces y nutres tu SER.
Esta lindo el poema
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