lunes, 29 de octubre de 2012

ACARICIAME


Acaríciame....

Gracias por sentarte conmigo y ayudarme a analizar mis problemas y mis inquietudes, me ayuda mucho a comprender y comprenderme...

Eres un ser inteligente y por ello amoroso porque no existe amor sin razón y razón sin corazón....

Contigo es tan fácil comunicarse, siempre encuentro en ti a una persona que escucha....

Me encanta venir a tu casa porque me haces sentir bien y cuidas todos los detalles para que así sea....

Tu mirada es tan azul que puedo ver un mar en calma reflejo de tu corazón...

La compasión que transmites en tu relación con las personas que sufren muestra el lado tierno y humano de tu carácter....


Todas estas caricias forman parte de la relación interpersonal que todos los humanos practicamos día a día, desde que eres bebé buscas el contacto con los padres que son su única vía de comunicación que tienes a esa edad y así vamos creciendo y haciendo que ese contacto, bien físico y/o verbal, sea el medio de transmisión de nuestras emociones y sensaciones a lo largo de nuestra vida.

Los seres humanos recibimos caricias positivas y negativas como medio de comunicación y relación entre nosotros, son manifestaciones de contacto que sin ellas nos sería difícil vivir.

Un estudio realizado con orfanatos en Londres en la época industrial demostró que los niños que vivían allí y eran alimentados correctamente, en un ambiente pulcro y templado morían en mayor número que los bebés que vivían en los suburbios con signos claros de malnutrición y poca higiene porque estos últimos eran suficientemente acariciados y se les hablaba amorosamente.

Nosotros los adultos seguimos funcionando de la misma manera, necesitamos ese contacto para vivir esa sensación de confort que tenemos cuando nos tocan, nos dicen algo agradable y tierno.

Todos los ejemplos de caricias que están al comienzo del texto serían a nuestra emoción tristeza  y son especialmente potentes para todas las personas que tienen esta emoción poco presente en su vida o no la conocen como tal.

Este tipo de caricias se pueden hacer igual para el resto de emociones como son miedo, rabia, orgullo, amor y alegría, que nos ayudarán a estimular y potenciar nuestra estructura emocional completa.

Esta forma de interrelacionarnos tiene una potencia extraordinaria. Cuando recibes caricias y no patadas, Cuando como ser humano tienes el derecho,desde el momento que naces, de pedirlas. Cuando puedes y debes aceptar las buenas caricias y rechazar las patadas a tu ser y a tu alma y cuando también puedes y debes dar tú caricias y darte caricias a tí mismo. La práctica nos permite enseñar al cuerpo unos registros corporales o patrones de conducta  que hará que entre y salga de las emociones de forma habitual como recuerdo de lo aprendido.

Es un ejercicio que deberíamos practicar a menudo frente a un espejo ya que muchas veces se nos olvida que "todo está en ti" y es una forma auténtica de ser generoso y amar, a ti y a los demás.
Prueba y verás como fortaleces y nutres tu SER.

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