lunes, 20 de mayo de 2013

¿¿CONTROLAS??? PUES DEJA DE HACERLO...

Vivimos en un mundo donde intentamos ejercer el control constantemente....queremos la certidumbre, la estabilidad y dibujar la realidad a nuestro antojo. ¿El resultado? Únicamente rigidez, ansiedad y grandes dosis de frustración. Corporalmente se enfoca en los males crónicos que tenemos el 90% de la humanidad...dolor lumbar, cervical, hombros, migrañas, opresión torácica, etc...

Solo hay una certeza segura durante nuestra vida y es que tenemos que morir....todo lo demás es incertidumbre, ¿entonces, por qué nos empeñamos en controlar nuestras vidas constantemente? y no solo las nuestras sino las de nuestros hijos, padres, parejas, hermanos....es un camino de desgaste continuo,  una ruta de tensión absurda y un futuro inmediato lleno de insatisfacción y de enfermedad.

Hoy, sobre todo hoy, en los tiempos en que nos movemos, donde todo es frenéticamente rápido y cambiante hemos decidido analizarlo todo en vez de dejar de hacerlo y renunciar al control. ¿Qué tal sería probar las mieles del FLUIR? Adaptarnos sin cuestionar a nuestro entorno ni a las situaciones globales. Vivir el presente y en presente. Esto significa no aferrarnos al pasado ni intentar dominar el futuro, cosa que nunca conseguiremos.

Y alguien cuestionará ahora que el "control" es necesario en diferentes situaciones de nuestra vida....yo mismo me lo argumento y me doy cuenta que lo hago por que necesito controlar...me pongo muy nervioso cuando no tengo la situación dominada....claro que así tengo el cuello, como Robocop. Pongamos un ejemplo deportivo. Cuanto más control decide ejercer un golfista en su swing, más tenso está su cuerpo, sus muñecas, piernas, caderas y menos sensaciones tiene al golpear la bola. ¿Resultado? Golpe fallido. Igual pasa en cualquier deporte. El control anula las emociones, las sensaciones y por tanto al SER. En este caso, el dominio total es de nuestro hemisferio izquierdo del cerebro, el racional y por tanto anulamos nuestra capacidad de fluir.

Por tanto la invitación es a que las emocionas fluyan como lo hace un río dentro de un cauce...o lo que llamamos los coaches "gestión de emociones". Y no, no significa que en ocasiones no tengamos que controlar la situación....solamente que seamos conscientes de cuando ese control nos está siendo inútil o incluso nos hace mal.

Solo tu decides en que estado te sientes más viv@ y disfrutas más del presente.

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